lunes, 23 de abril de 2012

Bangkok: Templos, joyerias y sastres

A primera vista nada tienen que ver estas tres palabras. Sin embargo esta relacion adquiere sentido cuando uno se monta en un tuc-tuc en Bangkok. Un tuc-tuc es un medio de transporte que se basa en una especie de moto con marchas justo en la entrepierna del tuc-tuxista (o como se llame el que lo conduce), y que lleva adherido una especie de carro-asiento donde van los pasajeros. Lo he visto similar en muchos otros paises, con otro nombre, y me encanta. Deberiamos implantarlo en España. 


Pues resulta que aqui a los tuc-tuxistas les dan un cupon para gasolina por cada turista que lleven a ciertas tiendas, especialmente joyerias y tiendas de sastres. Extraño pero es asi. Realmente mi intención era visitar los templos, que hay muchísimos y la verdad la mayoría son espectaculares. Pero acabé siguiendo una serie de visitas que se ajustaba más o menos a templo-joyeria-templo-tienda de trajes. Yo como no se decir que no (algún día esto me costará un disgusto), pues así me pasé el viernes y sabado. Para compensar esos paseos inesperados el transporte me salió como 1.5 euros en total esos dos días. Lógico por otra parte. Es lo que tiene este pais, todo es muy barato, comer, beber, masajes, ping-pong shows,... 


Aprovechando esos precios tan reducidos, me decidí a lavar ropa. Me refiero a lavar usando lavadora. Hasta ahora siempre lo había hecho a mano. Lo bueno del mochilero es que puedes concentrar el detergente, suavizante, gel de baño y champú (éste último me causa manos trauma a mí) en un solo elemento, una pastilla de jabón. Sin embargo cuando las camisetas blancas, ya se tornan amarillo, o cuando la toalla huele más a tí que tú mismo, es el momento de hacer uso de la tecnología. Me costó 2,5 euros lavar 2,5 kg de ropa. 


El domingo no tenía intención de seguir la serie de visitas turísticas-comerciales, así que  contraté una excursión que me llevó a River Kwai. Tenía ganas de ver algo diferente, algo verde. Y así fue, el paisaje me gustó. La excursión incluía una visita a una antigua vía de tren construida por prisioneros de la segunda guerra mundial y civiles, un pequeño recorrido sobre dicha vía, paseo en balsas hechas con caña de bambú, ver unas cascadas,  y montar en elefante. La verdad que aun siendo una experiencia curiosa prefiero mil veces un safari y verlos libres que tener la posibilidad de tocarlos. Aun menos me gusta verlos muertos en una foto y con un Borbón posando. No comment.

Hoy he aprovechado para visitar un templo más (con 45 no tenía suficiente), supongo que el más grande o el  más  visitado, el Gran Palacio. Ahora entiendo porque en los demás apenas veía turistas, todos se concentran en éste. Es realmente precioso.

De Bangkok me voy en unas 5 horas con destino a Sydney. En Australia serán 3 semanas, donde espero reencontrarme con la naturaleza. Poco tiempo he tenido para conocer Tailandia, pero el suficiente para hacerme una idea de la capital. Me ha sorprendido Khao San Road, donde se concentra toda la vida nocturna para turistas, hostales para mochileros y todo lo que eso conlleva. Logicamente me he hospedado ahí, pero no le he encontrado el gusto a esa especide de borrachera desenfrenada de la mayoría. Supongo que serán cosas de que uno se va haciendo mayor o que simplemente a mi cabeza le costó readaptarse a un nuevo lugar. Al principio me sentía como Tarzán fuera de la jungla.


La mejor noche de todas fue ayer. Sin casi saberlo pero gracias a Kim y Anja, dos chicas alemanas que conoci en la excursión, pude tomarme un cubata en la terraza del hotel donde empieza "Resacón 2 Ahora en Tailandia!". Las vistas son espectaculares. Durante diez minutos me dediqué simplemente a disfrutar del skyline. 

Pisar Bangkok es comprender lo que le pasa a los protagonistas de la peli. Es una ciudad donde conviven lo mas tradicional de la religion budista y zonas como Khao San Road. Supongo que en algún momento volveré a este país y tendré la oportunidad de conocerlo mejor. Por ahora me quedo con su comida.

 
En el tuc-tuc
En uno de los templos
Monje meditando con Buda gracias a la tecnología 3G
Meditando si comer Pad Thai o arroz con verduras
Amigo camboyano
El Gran Palacio

Después del paseo elefantil

Durante una ceremonia
China town
Bangkok visto desde el Monte Dorado con el downtown al fondo

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