domingo, 19 de enero de 2014

Siempre Mexico: Querétaro y su Sierra Gorda

Un "déjà vu", o como se traduciría al español, "ya visto", es una expresión francesa utilizada para definir esa extraña sensación de haber sido testigo o haber vivido previamente una situación nueva. Una experiencia que probablemente más del 80% de las personas confirmarían haber tenido al menos una vez en su vida. 

Desde hace casi 10 años tengo un mismo "déjà vu" que resulta bastante recurrente. Hace casi 10 años, la casualidad hizo que cruzara el charco por primera vez en mi vida y me tropezara con un país al que con el tiempo he ido conociendo y queriendo como propio. Hace casi 10 años me bajé de un avión en Cancún y desde ese momento comenzó una relación que durante todo este tiempo he intentado mantener. Hay amores que hay que cuidar, que aunque realmente no se alimentan de la necesidad diaria  permanecen en el tiempo.

El 22 de Octubre volví a volar hacia el DF. Un viaje largo y muy cansado. De Guadalupe a Puerto Rico, de Puerto Rico a Panamá, con algo de tiempo para saludar y finalmente de Panamá a México. Muchas horas de vuelo, mucha fatiga y una última escala que destrozó mi sistema inmunológico y me hizo "apreciar" las facilidades sanitarias del avión como nunca lo había hecho antes. Mi pequeña odisea terminó a las 4:00 de la madrugada en Querétaro.

Aunque Guadalajara sigue siendo la niña de mis ojos, a esta ciudad del centro de México le tengo un cariño muy particular. Realmente no sé cuantas veces he estado en Querétaro pero siempre me voy de ahí con un recuerdo muy especial. 

Después de estar 2 días convalecientes por la gracia de las comidas de una de las compañía aéreas, pasé los 4 siguientes visitando la Sierra Gorda. Muchos desconocen la belleza tan apasionante de este país. La Sierra Gorda es uno de esos secretos escondidos al gran público. Una reserva de la Biosfera en la que se pasa del semidesierto al bosque de coníferas y encinos, y de éste al bosque tropical. Me apetecía mucho volver a tener las sensaciones de un "road trip". Viajar sin tener claro donde parar, descubrir donde vas a dormir noche a noche, sin un plan preestablecido, disfrutar de las maravillas del paisaje, de los mercados de cada pueblo y de su gente, oir música en el coche sin descansar, reír con cualquier tontería y hablar, no dejar de hablar, ponerse al día de tantas y tantas cosas que se han ido acumulando con el tiempo. 

Un pedazo de "El Castillo del Inglés"
Mi pequeño viaje tuvo varias paradas cortas. Cortas, pero intensas. La Peña de Bernal, ya la conocía, pero es obligatorio salir de Querétaro y visitar el gigante monolito, uno de los mayores del planeta. Misión Jalpan fue el primer alto para dormir. Ésta fue una de las 5 misiones franciscanas fundadas en la Sierra Gorda. Pero realmente el punto más impactante fue llegar a Xilitla, ya en el estado de San Luis Potosí, y poder visitar finalmente el famoso "Castillo del Inglés" o también conocido como "Las Pozas". Era una pequeña espinita que tenía desde hacia 5 años. Había llegado hasta la "Huasteca Potosina" dos veces, pero nunca alcancé a visitarlo. Edward James un millonario de origen británico, poeta, escultor y mecenas, decidió que en aquel recóndito paraje de este municipio potosino debía situar un "Jardín del Edén". El señor Edward, con la ayuda de Plutarco Gastélum, un mexicano de origen yaqui al que conoció en Cuernavaca, dio forma a una idea que originó un surrealista conjunto arquitectónico. Pasear entre sus pequeñas construcciones es trasladarse a un mundo irreal solo concebido por una mente maravillosa y algo loquinaria. Si a esto le añades dormir en el mismo cuarto donde lo hizo Edward durante sus estancias en Xilitla, la experiencia sólo se puede catalogar como extraordinaria. 

En mi pequeño paseo también tuve la oportunidad de conocer otros rincones que hacen de México un país tan mágico, como la "Cascada El Chuveje"; de amanecer en una cabaña con la Sierra mirandome de frente a través del ventanal y de disfrutar de un último paseo "sintiendo" la naturaleza hasta llegar al "Puente de Dios". Ya de ahí, de regreso a Querétaro.

Y es que siempre es México. Siempre aparece en mi vida de manera efímera dejando un desconcertante alboroto en mi cabeza. Cada vez que piso el país azteca las sensaciones son únicas. No es ni mucho menos la última vez que estaré por allá y es que llega un momento en el que uno no puede negar la realidad. Se debe buscar aquello que sabes que te hace feliz. 

El camino no es tan largo


"Old yellow bricks,
Love's a risk,
Quite the little Escapoligist

Looked so miffed..."

Todo "road trip" debe llevar una canción asociada. Siempre que escuche estas primeras líneas, querrá decir que estaré de nuevo viajando por la Sierra esa última semana de Octubre del 2013.

La Peña de Bernal





Presa Jalpan

Cascada El Chuveje

Observando la cascada
Intentando superar el vértigo
Vértigo superado en una de las construcciones surrealistas de "Las Pozas"
Paseo
Cascada en "Las Pozas" y espontánea

En el cuarto de Edward James en la casa de Plutarco en Xilitla

Exterior de la casa de la familia de Plutarco donde vivía el señor Edward. Ahora hotel La Posada El Castillo
Imagen de una calle en Xilitla
Hogar para una noche
La Sierra observándome



De camino al Puente de Dios
Sin miedo a cruzar

Cascada en el camino


El Puente de Dios

Una rinconcito del paraíso

Hasta la próxima Querétaro