domingo, 20 de octubre de 2013

Caribe extremo: bucear y Dominica

Hace unos días caí en la cuenta que debajo del agua nadie habla. Debajo del agua todos somos iguales, o al menos aparentamos serlo. Estamos indefensos moviéndonos dentro de un medio para el que no hemos nacido. A veces pienso que es una pena no haber evolucionado de algún ser marino en lugar del mono. Después de una semana en la que si hubiera podido habría desenchufado algunos de mis cinco sentidos, principalmente el oído, bajar a 40 metros y disfrutar de un espectáculo diseñado para unos pocos hace que me olvide de todo. Creo que nunca dejaré de sorprenderme con la sensación que me provoca bucear. Una sensación de ingravidez casi orgásmica que me evade de toda mala vibra y simplemente me hace feliz.

El Gustavia

El domingo 13 de octubre volví a sumergirme en aguas caribeñas. Fue uno de esos días que le dan sentido a todo lo que hago el resto del tiempo. De esos días en los que acabas muy cansado pero con una sonrisa en la boca. El Gustavia, un pecio a unos 40 metros, fue la primera inmersión a primera hora de la mañana y ya por la tarde disfrutamos del "Jardín Japonés". Un pequeño grupo de barracudas que te saludan cuando bajas guiándote por el cabo que muere justo en el barco, un cúmulo de colores increiblemente vivos, langostas enormes que se sienten seguras en la reserva pero no dejan de ser muy tímidas, tortugas que comen ajenas a tanto fisgón, y coral mucho coral. Eso es lo que me apasiona observar.

No había buceado en la "Reserva Cousteau" desde antes de mis vacaciones en otra isla. Del 22 de agosto al 09 de septiembre hice todo lo que pude para que el tiempo se detuviera, para retener cualquier muestra de cariño, para agarrar todas las fuerzas que pudiera. Lo primero fue realmente lo más complicado. El tiempo vuela cuando estás tan a gusto, y es que cada gato siempre "jala" para su sardina. Mi sardina siempre se llama igual, Gran Canaria.

Justo una semana antes de viajar a Canarias, el trio Calavera pudo disfrutar de otra de las islitas que forman las Antillas, Dominica. De Pointe-à-Pitre a Roseau en unas dos horas y cuarto en ferry. Había muchas ganas de respirar otro aire, de conocer un poco más de un Caribe, tal vez más caribeño. Y así fue. Realmente es más caliente, más salvaje y posiblemente más "simpático" que Guadalupe. Dejó de ser colonia británica en 1978, así que no sólo cambiábamos de país sino de lengua. Para Lesmes y Luigi esto suponía un alivio, el francés se ha quedado clavado en algo así como en un PNR, punto de no retorno, donde ya no da ni un paso hacia adelante ni hacia atrás.


Bienvenido a Dominica. Haz únicamente fotos. Deja únicamente tus huellas
Dominica nos acogió durante apenas 3 dias (del 16 al 18 de agosto) con unas vistas espectaculares. "Sólo" tuvimos tiempo de visitar el "Parque Nacional de Morne Trois Pitons" al sur de la isla. Un maravilloso bosque tropical pleno de cascadas como la "Titonu Gorge", "Trafalgar" o ésa de la que no recuerdo el nombre y que caía justo al mar; y lagos, como el "Fresh Water Lake" o el impactante "Boiling Lake", para el que tuvimos la inestimable ayuda de un guía perruno, que sin nadie pedirselo nos llevó hasta el mismo lago durante unas 3 horas de caminata. Al final del trayecto de vuelta se llevó una más que merecida recompensa a base de sardinas y pan. Cruzamos el "Valley of Desolation", el "Valle de la Desolación", un paisaje de aguas sulforosas que dejaban en el ambiente un curioso olor a huevo podrido. Y como no, también pudimos bucear. En la "Champagne Beach" nos cargamos de botella, jacket, aletas y gafas y disfrutamos de esta parte del Caribe entre burbujas que salían del fondo marino. Realmente fueron 3 días distintos y maravillosos con los que romper la rutina. 

Ayer, 19 de octubre, el trio comenzó a separarse de manera provisional. Llevamos al "pequeño" Lesmes al aeropuerto. Después de 7 meses sin salir de Guadalupe o alrededores, se merecía un viaje en avión. Paseará por Chicago con su familia por una semana. Luigi marcha a NY y Boston por dos semanas el día 23. Y en el medio, el día 22, Josito también sacará la cabezota como una de esas tortugas de la reseva Cousteau, que tal vez por curiosidad deciden echar un vistazo a la superficie cada cierto tiempo pero viendo el panorama, son inteligentes y deciden volver a sumergirse. Como las envidio. A veces es mejor no escuchar nada, sólo el mar.  


Pura vida

Investigando un poco

Pez león padre, pez león hijo

Nos vamos todos juntitos

Parada de seguridad

Color y más color


EL trio y de fondo "Fresh Water Lake"

Pose nº 1 con jeep
Pose nº 2 con cascada "Trafalgar" de fondo







Pose nº 3 con paisaje rural

Puro Caribe
Simplemente increible
El equipo al completo

"Scotts Head", una de las localizaciones donde se rodó "Piratas del Caribe"

El mítico Toyota Crown, ¿lo compramos papá?