No siempre se cumple que la hipotenusa sea la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de los catetos. No siempre uno más uno es dos, a veces es incluso uno. No todo es matemático en esta vida, ni se puede explicar con fórmulas. No siempre lo que parece que todo el mundo hace es lo que todos debemos hacer. Yo en los últimos años no he seguido la línea "más normal", pero tal vez ese camino me ha llevado a los momentos que he decidido vivir y que estoy viviendo. Uno de esos momentos ha tomado forma durante todo el fin de semana pasado.
Aguascalientes era la siguiente parada en mi ruta después de pasar por mi amada Guadalajara (de ella hablaré largo en la siguiente entrada). ¿Por qué allí?. Hace 3 años en un viaje a Granada, promovido de alguna forma por otra amiga, (esta vez no podré visitar Colima) conocí a varios mexicanos. Entre todos ellos, 4 mexicanas de Aguascalientes que con el paso del tiempo y después de compartir otro viaje por Valencia se convirtieron en mis "nietitas". Es lógico que fuera así cuando ellas me llamaban abuelo.
Llegué el viernes a Aguas, a eso de las 12.15. Allí estaba Mayra, la "güerilla", esperándome. Un reencuentro muy especial. Me quedaba ese fin de semana en su casa. Sus padres aceptaban como inquilino temporal a ese español del que habían oído hablar alguna vez. Realmente la primera noche la pasamos en la "Sierra Fría", en un campamento para niños que gestiona la familia de Mayra. En principio puede sonar algo curioso estar de viaje mochilero y pasar tiempo con niños de 6/7 años, sin embargo fue una de las experiencias más bonitas, inocentes del viaje. Escuchar las ocurrencias de algunos de ellos, o verlos bailar el "ai si eu te pego" con tanta pasión (hasta 5 veces pidieron la canción) o que una niña de 6 años me saludara cada vez que me veía con: "Hola pelón", o que esa misma niña me buscara antes de irse para darme un beso y decirme entonces "adiós pelón" creo que hizo que mereciera mucho la pena ese día y medio de muchísimo calor. De la "Sierra Fría" me despedí el sábado con una visión espectacular de la misma desde un mirador natural que Mayra y Cristina (su hermana) conocían. El día acabó con el reencuentro con otras 2 nietitas, Karen (ya casada con Rafa, muy buena gente y muy gracioso) y mi Sofi.
El domingo nos fuimos a un pueblito ya dentro del estado de Jalisco, en los Altos, donde dicen que están las niñas más guapas de México. "Encarnación de Díaz", o como se le conoce realmente, "La Chona", es un pueblo de unos 60.000 habitantes y ahí nos encontramos con la tía de Mayra, Carmelita. Ella me mostró con el mayor de los entusiasmos algo de la gastronomía, de la cultura y tradición eclesiástica del pueblo y nos llevó al museo. "La Chona" es conocido principalmente por su museo de momias y su cementerio. México es el único país del mundo que mira a la muerte cara a cara sin temerla, incluso se ríe de ella. El cementerio de este pueblo lo usan para celebrar festejos o para simplemente pasear los domingos. El museo recoge cuerpos de fallecidos que no son reclamados y que por condiciones del suelo se han momificados de forma natural. Esa visita se convirtió en un pequeño suplicio cuando la guía se empeñaba en dar datos tan concretos como que el color de las uñas era el que la fallecida llevaba antes de morir. Curioso, yo pensaba que al ser tan coquetas algunas mujeres, ellas mismas aún después de muertas se las seguían pintando.
Mi visita por Aguascalientes acabó con una nueva reunión de toda "la familia". Además de Karen y Rafa, Mayra, Sofi y su prima Ale, pude ver a la por lo visto difícil de ver Miriam, la cuarta integrante de las niñas que conocí en Granada, mi cuarta nietita, y su marido Adrián. Que orgulloso y feliz estaba el abuelo de verlas de nuevo.
Este fin de semana no ha hecho más que reafirmar el sentimiento de gratitud, de cariño, de amor que le tengo a este país y a su gente. Es la razón por la que me siento tan a gusto por estos rumbos. Me voy tropezando con personas que me demuestran que me quieren, que en mayor o menor medida quieren que me sienta cómodo, feliz y eso es algo que realmente se me queda grabado a fuego. Aunque no lo demuestre mucho, tú (sabes a quien me refiero) y otras personas son más importantes en mi vida de lo que se creen, por eso tenía que volver. No hay mejor sensación que sentirse querido. Ya lo decía al principio, hay cosas que no tienen explicación o que no hay que buscarla, simplemente hay que disfrutarlas.
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| La gran Sofi |
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| Con la boca abierta viendo los malabares |
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| Bailando en la disco |
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| En el cierre del campamento |
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"Adiós pelón"
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| La Sierra Fría delante de mis ojos |
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| Foto de grupo antes de despedirnos de la Sierra Fría |
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| Con la güerilota |
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| "La Catrina" de José Guadalupe Posada |
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| De noche en Aguascalientes |
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| Sofi, Josito, Rafa, Karen y la Güereja (Mayra) |
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| Karen, Rafa y Mayra |
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| Misterios de una chela (cerveza) |
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| Adrián, Mayra, Josito, Rafa, Ale, Miri, Karen y Sofi. Mis nietitas juntas de nuevo |
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