El día 18 de Junio dejé México. El último fin de semana lo volví a pasar en Querétaro. Esa fue mi despedida de la gente y del país. Simplemente un hasta luego.
El domingo, bueno realmente la madrugada del lunes me fui desde ahí al aeropuerto del DF. Volaba para afrontar la última etapa de la aventura. Me tocaba pisar nuevamente Gringolandia, llegaba a la ciudad de Los Angeles. La verdad que no sé bien porque la llamaron así, creo que ángeles hay pocos por ahí.
Lo primero como siempre fue llegar al hostal que ya había reservado. 2 horas en metro dando vueltas. Increíble. Ya me lo había advertido una señora nada más llegar al aeropuerto; "Aquí en California, el transporte funciona muy mal". Al final va a resultar que no son tan buenos en todo estos de Estados Unidos. Es curioso porque a pesar de ser una ciudad enorme no se ve tanto alboroto de gente por las calles. Después de un par de horas me di cuenta que la mayoría se mueve en coche, el transporte público queda para una minoría, básicamente negros y latinos.
La tarde del lunes la dediqué a buscar la mejor vista posible para tomar la típica foto del cartel de HOLLYWOOD y a recorrer el paseo de las estrellas. De Boulevard Hollywood que es donde se encuentra dicho paseo, me esperaba muchísimo más. Incluso pasé delante del Teatro Kodak, donde se celebran lo Oscar y ni me enteré. Bueno también puede ser porque ha cambiado su nombre a Dolby Theatre. En cualquier caso me resultaba emocionante caminar mirando el suelo y descubriendo las estrellas de todas las estrellas, valga la redundancia; Gary Cooper, Humphrey Bogart, Clark Gable, Frank Sinatra, Paul Newman, Bob Marley,... Quizás lo más espectacular es el Teatro Chino. Allí se concentra el mayor número de turistas, justo delante están las huellas, manos y pies, e inscripciones de varios artistas.
La mañana del día 19 visité el Centro Getty. Me lo habían recomendado en el hostal. Y la recomendación no pudo ser más acertada. El edificio en sí mismo es precioso, obra del arquitecto norteamericano Richard Meier famoso por sus contribuciones al Modernismo. El edificio de un blanco prácticamente impoluto roto únicamente por el verde de los jardines. En su interior recoge la colección de arte de J. Paul Getty. Está situado en las colinas de las montañas de Santa Mónica por lo que además tiene las mejores vistas de la ciudad.
Por la tarde estuve paseando por la playa de Santa Mónica, haciendo fotos en el embarcadero y sobre la misma arena de los puestos esos tan comunes que veíamos en la serie de "Los vigilantes de la playa".
El último día, es decir el 20, el día en el que ya decía adiós al continente americano, me fui a Universal Studios. Simplemente impresionante. Creo que me equivoqué no habiendo ido el día anterior y así poder disfrutar al completo del parque. Me tuve que ir a las 16:30 para poder llegar al aeropuerto a tiempo, así que me quedé a medias. Me conformaré con eso que dicen que lo bueno si breve dos veces bueno.
Sin embargo las horas que estuve me lo pasé como un niño pequeño, de una atracción a otra, de un show a otro, viendo escenarios, decorados, elementos que me se han usado en infinidad de pelis. Lo que se paga por el parque, 80$ la entrada sencilla, están más que justificados. Volvería si pudiera, pero para estar 2 o 3 días.
Demasiado efímera fue mi visita por la ciudad californiana. Me quedaron sitios por visitar, no sé, la casa de "El príncipe de Bel Air", el instituto de "Beverly Hills 90210", el "Staples Center", las mansiones de los famosos, Venice Beach, Rodeo Drive, pues en resumen todos esos lugares de interés cultural tan educativos. En realidad, me ha gustado en muchos aspectos, cambiaría 2 de los días que pasé en Bangkok por haber estado más tiempo en Los Ángeles.
A las 21.20 despegó mi avión camino de Heathrow en Londres. Fue extraño mirar mi listado de vuelos de mi aventura alrededor del mundo y tachar el último. Darme cuenta que esta vida que he llevado durante los últimos 3 meses tocaba a su fin ha sido una sensación quizás algo difícil de describir. Intentaré hacerlo en la última entrada, mejor, la penúltima entrada. Nunca hay último para nada.
Lo primero como siempre fue llegar al hostal que ya había reservado. 2 horas en metro dando vueltas. Increíble. Ya me lo había advertido una señora nada más llegar al aeropuerto; "Aquí en California, el transporte funciona muy mal". Al final va a resultar que no son tan buenos en todo estos de Estados Unidos. Es curioso porque a pesar de ser una ciudad enorme no se ve tanto alboroto de gente por las calles. Después de un par de horas me di cuenta que la mayoría se mueve en coche, el transporte público queda para una minoría, básicamente negros y latinos.
La tarde del lunes la dediqué a buscar la mejor vista posible para tomar la típica foto del cartel de HOLLYWOOD y a recorrer el paseo de las estrellas. De Boulevard Hollywood que es donde se encuentra dicho paseo, me esperaba muchísimo más. Incluso pasé delante del Teatro Kodak, donde se celebran lo Oscar y ni me enteré. Bueno también puede ser porque ha cambiado su nombre a Dolby Theatre. En cualquier caso me resultaba emocionante caminar mirando el suelo y descubriendo las estrellas de todas las estrellas, valga la redundancia; Gary Cooper, Humphrey Bogart, Clark Gable, Frank Sinatra, Paul Newman, Bob Marley,... Quizás lo más espectacular es el Teatro Chino. Allí se concentra el mayor número de turistas, justo delante están las huellas, manos y pies, e inscripciones de varios artistas.
HOLLYWOOD |
Hollywood Boulevard |
Hollywood Walk of Fame |
La estrella de Elvis |
Delante del teatro chino |
Mi 43 de pie frente al posible 46 de Will Smith |
La mañana del día 19 visité el Centro Getty. Me lo habían recomendado en el hostal. Y la recomendación no pudo ser más acertada. El edificio en sí mismo es precioso, obra del arquitecto norteamericano Richard Meier famoso por sus contribuciones al Modernismo. El edificio de un blanco prácticamente impoluto roto únicamente por el verde de los jardines. En su interior recoge la colección de arte de J. Paul Getty. Está situado en las colinas de las montañas de Santa Mónica por lo que además tiene las mejores vistas de la ciudad.
Por la tarde estuve paseando por la playa de Santa Mónica, haciendo fotos en el embarcadero y sobre la misma arena de los puestos esos tan comunes que veíamos en la serie de "Los vigilantes de la playa".
El Centro Getty |
Vistas de la ciudad desde el Centro Getty |
En el jardín central |
Con el downtown de fondo |
Una fuente |
En la entrada a Santa Monica Beach |
Acceso al embarcadero |
Santa Monica Beach |
Aquí mismo termina la famosa ruta 66 |
Esperando a que salga alguna vigilante de la playa. No hubo suerte |
Mi madre dice que tonto es el que hace tonterías |
Anochece en Santa Mónica |
Sin embargo las horas que estuve me lo pasé como un niño pequeño, de una atracción a otra, de un show a otro, viendo escenarios, decorados, elementos que me se han usado en infinidad de pelis. Lo que se paga por el parque, 80$ la entrada sencilla, están más que justificados. Volvería si pudiera, pero para estar 2 o 3 días.
Universal Studios |
Marilyn no está muerta |
Simplemente un decorado |
Me atacó el mísmisimo tiburón |
Con dos amigos mochileros, Frankie y Drácula |
Bart, Josito y Hommer |
En la moto que conducía Brad Pitt en "Malditos Bastardos". No se me pegó nada de él |
Norman Bates un poco mosqueado |
El burro de Shrek en su kiosko |
Al final lo tuve que pescar |
Atención ogro |
Silencio se rueda |
A las 21.20 despegó mi avión camino de Heathrow en Londres. Fue extraño mirar mi listado de vuelos de mi aventura alrededor del mundo y tachar el último. Darme cuenta que esta vida que he llevado durante los últimos 3 meses tocaba a su fin ha sido una sensación quizás algo difícil de describir. Intentaré hacerlo en la última entrada, mejor, la penúltima entrada. Nunca hay último para nada.